En verano es preferible hacer postres y meriendas que no requieran horneado, especialmente viviendo en zonas de temperaturas elevadas. Otros años he hecho helados caseros con el método de meter en el congelador, a la media hora sacarlo y remover enérgicamente con las varillas eléctricas o manualmente, para romper los cristales de hielo, volver a meter al congelador y repetir varias veces ( unas tres) el proceso de sacar del congelador, remover y volver a congelar. Es para aportar cremosidad, que también depende de la grasa incorporada en la receta. Por ejemplo, el uso de nata y yemas aporta cremosidad. También ayuda el uso de azúcar invertido ( se puede sustituir un mínimo del 30% de la cantidad de azúcar por azúcar invertido). El caso es que este año me puse a pensar en la compra de una heladera, porque no me gusta comprar helados por la cantidad de grasas, conservantes, lactosa.... que llevan. Y justo fui a comprar a Lidl y vi tres heladeras que quedaban en el super. Y ni me lo pensé y compré una. No puedo estar más contenta. Es una heladera que requiere que se congele previamente y un mínimo de 12 horas, el recipiente, ya que es heladera sin comprensor, y no me supone ningún problema ya que tal y como retiro el helado hecho y lo pongo en un recipiente a congelar ( tupper hermético) la vuelvo a meter la heladera limpia en el congelador en una bolsa de plástico. Así que así empiezo esta serie de helados caseros. y el primero es uno de nuestros favoritos, el de chocolate, por supuesto, negro.
INGREDIENTES:
3 yemas de huevo
450 ml de leche ( yo sin lactosa)
250 ml de nata ( yo sin lactosa)
80 gramos de chocolate negro
25 gramos de cacao puro en polvo
80- 100 gramos de azúcar ( si tenéis invertido, 40 gramos de azúcar invertido y 40 gramos de azúcar normal)
ELABORACIÓN:
En un bol de ponen las yemas, se añade el resto del azúcar y el cacao y se bate con la varilla. En un cazo se pone a calentar la leche con el azúcar invertido o con la mitad del azúcar normal, y el chocolate a trozos. Sin dejar de remover se va fundiendo el chocolate con la leche. Cuando la leche ha cogido temperatura y el chocolate se ha fundido se baja el fuego y se añade la mezcla de las yemas. Sin dejar de remover se espera a que la mezcla espese un poco ( no se recomienda que hierva porque las yemas se cuajan), lo que pasará cuando se vea humo saliendo de la mezcla. Yo suelo dejar que la leche de un mínimo hervor y retiro rápido. Se deja a temperar la mezcla y se vierte en un recipiente que se guarda en el frigorífico a enfriar.
Cuando la mezcla esté fría hay dos opciones:
- Con heladera: se vierte la mezcla en la heladera y se pone a mantecar siguiendo las instrucciones de nuestra heladera. Cuando la mezcla esté a nuestro gusto ( unos 30 minutos en la heladera) se vierte en un recipiente hermético y se guarda en el congelador.
- Con método manual: la mezcla se guarda en un recipiente hermético, se mete en el congelador, a la media hora se saca, se bate enérgicamente unos minutos, se vuelve a guardar en el congelador, a los 30 minutos se vuelve a sacar, se repite el batido, se vuelve a meter en el congelador, a la media hora se vuelve a sacar, se vuelve a batir unos minutos, se vuelve al congelador y ya se deja en el congelador a terminar de congelar.
Ya solo quedará sacarlo del congelador un poquito antes de consumir, como mi hija, a cucharadas!
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